Doble crimen de Vicente López: los estremecedores audios de las mentiras del hijo a sus padres
"¿Qué hacés papuchi?", de manera cariñosa Martín Santiago Del Río hablaba con sus padres y les mentía sobre los avances de una mudanza que jamás ocurriría.
12 de septiembre de 2022
Un nuevo allanamiento se produjo en las últimas horas en el marco de la causa que investiga el doble crimen de Vicente López. En esta ocasión, se abrió una bóveda del BBVA en la que esperaban hallar los casi dos millones de dólares con los que habría estafado Martín Santiago Del Río a su padre y que sería el móvil de los asesinatos.
Solo encontraron documentos y continúa la búsqueda de ese dinero y de una pistola Bersa, mientras persisten varias interrogantes dentro de la investigación. El hombre, detenido la semana anterior, se declaró "inocente" y negó ser la persona con gorra que se ve en los videos de las cámaras de seguridad cerca de la casa donde fueron asesinados Enrique Del Río, de tres disparos, y su esposa Mercedes Alonso, de un tiro en el ojo que le salió por la nuca.
Ahora trascendieron estremecedores audios de WhatsApp, en los que quedan en evidencia las mentiras del hijo. El matrimonio estaba seguro de que habían adquirido un departamento en el lujoso edificio Chateau y que se mudarían en cualquier momento. Sin embargo, Martín Santiago, en lugar de comprarlo, cerró un acuerdo a espaldas de sus padres en el que acordaba con los dueños del inmueble una ocupación recién para dentro de 3 años, cuando se salde un plan de pagos. Las víctimas no lo sabían y creyeron que lo habían adquirido y que la mudanza era inminente.
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"¿Qué hacés ma? Acá, estoy totalmente disfónico. Me acaban de llamar hace un ratito que están saliendo con el camión en un rato, que estaban descargando el camión", aseguraba Martín Santiago en un audio a su madre, cuando le consultaba por la mudanza. Se desconoce si el intercambio de mensajes fue el mismo día del crimen o el día anterior, pero lo cierto es que esa mudanza nunca ocurriría.
En otro audio, el hombre lo llamaba "papuchi" de manera cariñosa a Enrique Del Río y se mostraba muy servicial. Sin embargo, continuaba dilatando la mudanza con diversas excusas, ya que efectivamente no podrían ocupar el departamento hasta dentro de 36 meses. Los mensajes insistentes de parte de sus padres sobre la mudanza siguieron hasta el día del crimen, el miércoles 24 de agosto.
