Caso Báez Sosa | Máximo Thomsen lloró y se arrepintió: la reacción de los papás de Fernando

"Voy a pedir la absolución, porque el hecho no está probado. Los acusadores probaron otro hecho", manifestó Hugo Tomei, abogado defensor de los ocho rugbiers acusados de haber asesinado a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell (PBA), el 20 de enero de 2020, a la salida del boliche Le Brique.

En la jornada del 26 de enero, desde el Tribunal en lo Criminal Nº 1 de Dolores (PBA), se llevó a cabo la audiencia de alegatos por parte de la defensa de los ocho varones acusados. "Durante tres años fuimos víctimas", sumó el doctor Tomei en el alegato de sus defendidos.

"Represento a ocho condenados por el poder mediático, la sociedad y la opinión pública. Contar eso es muy difícil, porque también es una forma de presionar al Poder Judicial y es una forma de obtener una sentencia que tenga que ver con la opinión pública", continuó.

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Al final de la exposición de los alegatos, a los ocho acusados se les concedió la palabra para manifestarse por última vez antes de la sentencia que será presentada por los jueces, los próximos días. Uno a uno hablaron frente a la audiencia Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, Lucas Pertossi y Luciano Pertossi.

"Primero que nada, quería pedir disculpas a la familia y a todas las personas que fueron afectadas", inició Máximo Thomsen. "Jamás hubiese pensado que algo así podría llegar a pasar. Me lastima muchísimo porque murió un chico de nuestra edad y jamás tuvimos intención de algo así", continuó, refiriéndose a la muerte del joven Báez Sosa como un fallecimiento y no como un crimen.

"Quiero pedir disculpas. Sé que a veces las disculpas no alcanzan, pero ojalá pudiésemos volver el tiempo atrás y revertir todo esto. Pero no lo podemos hacer y no nos queda otra que pedir disculpas. Estoy muy arrepentido y gracias por darme este espacio, y siempre vamos a acatar lo que ustedes decidan. Gracias", sentenció mientras lloraba.

Posterior a ello, y ya a las afueras del tribunal, la prensa tuvo la oportunidad de dialogar con la familia de Fernando, sus papás: Graciela Sosa y Silvino Báez. Ellos pudieron presenciar el momento de la exposición de los ocho rugbiers imputados y describieron qué sintieron en ese preciso momento. "Pedir disculpas después de haber matado es un poco tarde para mí", respondió Graciela, mamá de Fernando Báez Sosa.

"Ninguno de ellos me miró a la cara y que se pusieran a llorar, tampoco me conmovió. Mataron a mi hijo. La vida que tengo ya no es vida. Extraño muchísimo a mi hijo y me duele en el alma todo lo que hicieron. Pido justicia por mi hijo, le destruyeron el cuerpo, le patearon la cabeza sin piedad", sumó ella, totalmente movilizada por la situación. A dicho testimonio se adicionaron las palabras del papá de Fernando, Silvino: "Nosotros estamos fuertes y con las pruebas sobre la mesa".