Fallo histórico: una puma fue declarada “animal no humano sujeto de derechos”
Es la primera vez que la Justicia declara a un felino bajo dicha denominación.
3 de agosto de 2022
Una puma, llamada Lola Limón, que vive en el Ecoparque de Palermo desde 2019, fue declarada como un “animal no humano sujeto de derechos”. La felina fue rescatada por efectivos policiales de una vivienda de Mataderos donde la tenían como mascota, siendo una cachorra de seis meses de edad.
Este fallo le brinda protección judicial por ser reconocida como “ser sintiente” y marca un nuevo precedente debido a que es la primera vez que la Justicia declara a un felino bajo dicha denominación.
"Según la ley los animales son objeto", explicó en conversación con Telenueve el director del Ecoparque Federico Iglesias. Con este fallo Lola pasa a ser considerada sujeto de derecho.
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De esta forma se dispuso su “libertad total, libre de cualquier medida o restricción legal”. Sin embargo, en la sentencia también se otorgó "la custodia definitiva" del ejemplar a la Unidad de Proyectos Especiales (UPE) del Ecoparque.
Resulta que es muy difícil reinsertarla en su hábitat natural, remarcó Iglesias: "Está muy bien físicamente pero cognitivamente, al haber sido criada como un cachorro en una familia, le ha perdido el miedo a las personas".
Antecedentes: la orangutana Sandra, la chimpancé Cecilia y la elefanta Mara
En base a la Declaración Universal de 1977, existen otros fallos innovadores en Argentina que garantizan la libertad, dignidad y respeto a la vida de los animales, como el de la orangutana Sandra, la chimpancé Cecilia y la elefanta Mara. Gracias a estos tres antecedentes jurisprudenciales nacionales es que la Justicia pudo lograr la declaración de “sujeto de derecho” de la puma Lola.
La resolución en el caso de la puma se basó en los fallos que dispusieron traslado de los ejemplares a grandes santuarios: la orangutana Sandra pasa sus días en el Center of Great Apes de Wachula de Estados Unidos desde 2019; la chimpancé Cecilia en el Santuario Grandes Primates de Sorocaba, Brasil, desde 2017; y la elefanta Mara en el Santuario para Elefantes de Mato Grosso, también en Brasil, desde 2020.
