Muerte de la enfermera: se conoció una nueva pista clave para la investigación
Se conocieron nuevos detalles de la investigación que complica cada vez más a Silvio Eduardo Espíndola, el marido de la víctima.
4 de agosto de 2022
La causa que investiga la muerte de Elizabeth Julia Di Legge, la enfermera que encontraron sin vida dentro de un galpón en su propia casa, hizo un giro inesperado por el descubrimiento de una nueva pista que complicaría aún más al marido de la mujer, Silvio Eduardo Espíndola.
Desde que los investigadores pudieron encontrar el cadáver de la mujer, la Justicia apuntó contra el hombre, ya que viviendo en la propia casa de González Catán nunca sospechó que la víctima podía estar allí ni tampoco le llamó la atención el olor luego de varios días muerta.
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En las últimas horas, el imputado por "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género", declaró que ella lo "sacaba de quicio" y que el último día que se vieron tuvieron una fuerte discusión.
A esas declaraciones se suman las denuncias por violencia de género que le había hecho la mujer, una en abril de 2019 en el Juzgado de Familia N° 8 de La Matanza y otra en julio de 2022, en donde la Red de Asistencia de la Secretaría de la Mujer del municipio realizó un estudio psicológico y determinó que ella "no podía tomar la decisión de separarse".
Además, se suma que desde el Hospital Churruca, el lugar de trabajo de la pareja, se le realizó otro informe en donde sostenían que se pudo "identificar las violencias psicológicas que refiere atravesar (física, sexual, psicológica y simbólica)", por parte del hombre.
No obstante, a toda esta catarata de información que tiene en su poder la Justicia se suma un nuevo descubrimiento en las ampollas que encontraron junto al cuerpo de la mujer y que terminaron con la vida de ella luego de ser aplicados en su cuerpo.
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En consecuencia, en un informe de peritos que tiene en su poder la fiscalía, no se encontraron huellas digitales en ninguna de las ampollas. Asimismo, lo llamativo es que si la víctima hubiera usado guantes, los somníferos son tan potentes que no habría alcanzado a sacárselos.
Por último, la hermana de Elizabeth dio su testimonio ante la Justicia y dejó otra pista que no tendría concordancia con un supuesto suicidio, ya que la víctima le contó que "ella ya había decidido separarse y se iba a mudar. Estaba buscando una garantía".
