Los secretos que Natacha Jaitt se llevó a la tumba: por qué su hermano afirma que la mataron
Pasaron tres años y medio de la muerte de la modelo. ¿Qué pasó realmente? ¿Fue sobredosis o la mataron? La palabra de Ulises Jaitt, su hermano.
23 de octubre de 2022
Natacha Jaitt, modelo y comunicadora argentina, murió un 22 de febrero de 2019, a sus 42 años de edad.
La noche del 22 de febrero, el productor de espectáculos paraguayo, Raúl Velaztiqui Duarte, la pasó a buscar por su casa del barrio porteño de Villa Urquiza (CABA) y se dirigieron rumbo al salón de fiestas Xanadú, ubicado en la localidad de Villa La Ñata (partido de Tigre - PBA). Allí los esperaba el dueño del establecimiento, el empresario Guillermo Gonzalo Rigoni, con quien tenían pautada una reunión a fin de acordar la contratación de Natacha para una serie de presentaciones en el local.
Durante el viaje, la vedette habló por teléfono con su abogado. Llegaron a destino hacia las 22 horas y los recibió Rigoni, quien estaba junto a otras tres personas. Mientras conversaban sobre los detalles del potencial acuerdo laboral, tomaron champagne y comieron sushi. En este marco, también habrían consumido drogas. Después, Rigoni le mostró el lugar a Natacha y subieron a una habitación. Pero ella nunca bajó. Allí murió y su cuerpo quedó posado sobre una cama. Desde entonces, se inició una gran investigación policial a fin de determinar cuál fue el causal de su fallecimiento.
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Producto de las oscuras circunstancias en que se produjo la muerte, se le realizó un análisis toxicológico a su cadáver, cuyo resultado dio positivo en cocaína. Por su parte, la autopsia, realizada en la morgue judicial de San Fernando (PBA), estableció que, técnicamente, la modelo falleció producto de un agudo edema pulmonar, que le provocó una falla multiorgánica, lo cual desembocó en un ACV. Este cuadro de situación instaló como principal hipótesis que su muerte se produjo como consecuencia de una sobredosis de droga y alcohol.
En función de la serie de denuncias que venía formulando Natacha, uno de los ejes más importantes para los investigadores del caso fue procurar el acceso a sus dispositivos electrónicos, tanto su celular, como su tableta iPad. Se volvía imperioso dar este paso para buscar información relevante que pudiera echar luz sobre las causas de su muerte. Si bien los investigadores del caso lograron ingresar al celular de la modelo, no se encontraron allí datos relevantes para la causa. Por su parte, a pesar de los esfuerzos de distintos especialistas, solo se pudo obtener una muestra acotada del contenido de su iPad.
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"A ella la mataron, no tengo ninguna duda y no es idea mía. A ella le aparece cocaína en la zona gástrica y yo hablé con un médico forense de México y me dijo que, cuando aparece en el estómago, es porque fue ingerida vía oral. ¿Qué significa eso? Que a ella le pusieron cocaína en la bebida. El dueño del complejo, Rigoni, en las cámaras se observa, con Natacha ya fallecida, que saca la botella y las dos copas de la habitación y las descarta antes de que venga la policía. Mi hipótesis es que limpió la escena del crimen", inició Ulises jaitt, hermano de Natacha, en diálogo con el periodista Tuny Kollmann para Crimen y Misterio. "Ella consumió por nariz y al consumir así, más la que le pusieron en la bebida, con eso la mataron. Fue una bomba", sumó.
Por otro lado, hizo referencia a las denuncias que había realizado Natacha respecto a una presunta operación con las inferiores del Club Atlético Independiente (CAI). "Natacha se había metido en un terreno muy delicado que es la causa de Independiente. De ahí la empezaron a amenazar de muerte, que si seguía hablando, bueno... Ella siguió y de hecho lo avisa en un famoso tuit que escribe de que no se iba a suicidar ni pegar un tiro. Desde ahí a los 10 meses pasa lo que pasa, entonces yo ya tenía una sensación previa de que podía pasar algo", relató sobre este aspecto.
"Tengo muchas pruebas para argumentar que la mataron y que ella estaba bien y no como dijeron, después de la autopsia ... La tablet sigue sin desbloquearse. Van a ser cuatro años y no se desbloquea. Hicieron un manoseo. Hablé con muchos periodistas de policiales y me dijeron que, en la historia penal, nunca se tardó tanto en un dispositivo sin desbloquear. Es histórico y nada es casualidad. En la tablet puede haber información que ellos no quieren que se sepa. Es todo muy raro y no es la primera vez que a la información la Justicia la puede manipular o borrar. Todo el tiempo sugerimos medidas para que las desbloqueen", argumentó Ulises sobre aquel iPad que no pudo ser desbloqueado y que podría contener información valiosa del caso.
