Qué dijeron los rugbiers tras el crimen de Báez Sosa: el testimonio clave de una empleada del hotel
Andrea, empleada del hotel donde se hospedaron los rugbiers, recordó el momento en que se cruzó con los ocho hombres. Poco después del asesinato de Fernando Báez Sosa.
6 de enero de 2023
En la jornada del 6 de enero, desde el Tribunal en lo Criminal N° 1 de Dolores (provincia de Buenos Aires), se llevó a cabo la quinta audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa.
Hay ocho imputados en el asesinato del joven. Ellos son Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, Lucas Pertossi y Luciano Pertossi. A lo largo de las audiencias, declararán al igual que decenas de testigos del crimen. Entre ellos, amigos de la víctima, empleados del boliche bailable y personas que presenciaron el crimen en la calle.
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Día a día, durante las audiencias, declararon y continuarán declarando varias personas. Tal es el caso de una mujer que vio de cerca a los imputados, aquella madrugada del asesinato. Se trata de la empleada del hotel que les alquiló las habitaciones a los rugbiers en Villa Gesell.
"Mi trabajo en el hotel 'Inti Huasi' es de noche. Bueno, conté la secuencia que me tocó vivir a la madrugada con estos chicos. Los vi, no sabía quiénes eran. No sabía sus apellidos, no sabía que habían matado a un chico. No sabía nada", inició la recepcionista Andrea Ranno, en diálogo con la prensa.
En esa línea, precisó algunos detalles específicos referidos a la noche en que se cruzó con los ocho hombres. "Lo único que había escuchado cuando ellos pasaron frente al hotel fue que venían de una pelea, que le habían pegado a uno entre todos. Que todos venían festejando, riéndose de esa situación. Y adelante venía uno solo corriendo, como sacado, nervioso. Dije como estaba vestido ... Escuché que uno dijo 'le rompí toda la jeta, le llené toda la jeta de sangre'", sumó la mujer.
El crimen de Fernando Báez Sosa
Fernando tenía tan solo 18 años cuando fue asesinado violentamente un 18 de enero del 2020, a las afueras del boliche bailable "Le Brique" de la ciudad de Villa Gesell (Provincia de Buenos Aires). Fernando murió en manos de un grupo de jóvenes rugbiers provenientes de Zárate (PBA).
La autopsia que se le realizó a su cuerpo evidenció que falleció por un "shock neurogénico", provocado por hemorragias internas en el cráneo a raíz de los fuertes golpes recibidos.
"Busco justicia por mi hijo, es lo que me mantiene de pie para no decaer", dijo tiempo atrás Graciela Sosa, mamá de Fernando. Y luego, días antes del inicio del juicio, adicionó: "Nosotros vamos a ser los primeros en declarar, va a ser la primera vez que vea la cara de los asesinos de Fernando. Va a ser muy duro mirarlos a la cara, pero voy a ser fuerte para no ser tan cobarde como fueron ellos. Me gustaría preguntarles por qué lo hicieron y que sea perpetúa".
