Los terribles detalles del crimen de Milo que llevaron a procesar a su madre por homicidio

La investigación por la muerte de Milo Alexander Derto Guerrero (2 años) sigue avanzando. La jueza Alejandra Provítola, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 3, dictó la prisión preventiva para Paula Yasmina Guerrero (29), madre del nene, y cambió la caratula de la causa a “homicidio doblemente agravado por el vínculo y la alevosía”.

Minutos después de haber llegado al Hospital Garrahan, mientras los médicos hacían todo lo posible para reanimar a Milo, Paula aseguró que en la cama donde dormía el nene “había un montón de almohadones, lo encontré así, lo encontré así, tengo miedo de haberlo ahogado con una almohada”. Esa declaración y una serie de inconsistencias fueron las primeras pistas que llevaron a la Justicia a acusar a la madre por el asesinato del nene.

Telenueve pudo acceder a los resultados de la autopsia que le realizaron al nene y que revelaron detalles escalofriantes del momento previo a su muerte y que también llevaron a los investigadores a barajar tres hipótesis sobre el crimen.

Qué reveló la autopsia sobre el crimen de Milo

Los investigadores creen que Paula habría asesinado a su hijo durante la madrugada del 15 de enero y en el procesamiento a la madre se detallan tres posibles maniobras homicidas: 

1. Utilizó un almohadón sobre la cara del menor para ahogarlo.
2. Empleó sus propias manos para cubrirle los orificios nasales y la boca. 
3. Presionó la cabeza de Milo sobre el colchón donde dormía hasta matarlo.

En paralelo, los resultados de la autopsia de Milo arrojaron que el nene presentaba una “escoriación de 6mm en la región del labio superior del lado izquierdo” e “impronta dentaria en la mucosa yugal del lado derecho de 4 mm de diámetro” que podrían haber sido provocadas durante el proceso de asfixia. 

Una de las dudas que se generó durante la investigación fue que la madre de Milo aseguró en un principio que había intentado hacerle respiración “boca a boca” para reanimarlo. Sin embargo, los resultados realizados al nene arrojaron que esas heridas no las habría realizado una persona en el afán de salvarle la vida, sino que se las habrían hecho previo a su muerte.

Declaraciones que no concuerdan

“Tomé el vino del cartón, una pastilla de Clonazepam para dormir y un vaso de vino que había en la heladera”, fue lo que declaró Paula sobre la noche en la que, según cuenta ella, no pudo ayudar a su hijo, como consta en la causa. Pero en contrapunto, los informes toxicológicos practicados sobre las muestras de orina y sangre obtenidas de la acusada, descartaron presencia de "alcohol, fármacos de índole psicotrópicos y estupefacientes".

Paula también explicó en su testimonio cómo dormían el nene y ella: “Yo cuando me fui a dormir, puse las almohadas contra la pared para que no tome frío y yo duermo de lado, se recostó sobre mi hombro derecho. Él duerme con la cabeza en el pecho, en la panza, él siempre duerme debajo de la almohada y yo con la cabeza apoyada en la almohada”.

En este último punto, en que la madre de Milo asegura que utilizó las almohadas para que no tenga frío, ese día las temperaturas habían superado los 30 grados en CABA y durante esa semana había sido agobiante el calor.

Qué dicen los estudios psicológicos realizados a Paula Guerrero

Luego de la muerte de Milo, a su madre le realizaron dos estudios psicológicos. En uno participó un médico legista, quien aseguró que la acusada era una persona “tranquila, colaboradora, orientada en tiempo y espacio, con conciencia de situación. Sin signos clínicos de neurotoxicidad aguda”.

Con posterioridad, un cuerpo médico interdisciplinario presentó un informe en el que participaron una médica psiquiatra, una psicóloga y una trabajadora social, quienes llegaron a la conclusión que “no presenta productividad psicótica aguda, niega alteraciones sensoperceptivas… Sin criterio de internación. Al momento de la evaluación no presenta riesgo cierto e inminente para sí o para terceros”.

Por qué acusaron a Paula del crimen de su hijo Milo

Al analizar toda la información recabada hasta el momento, la jueza Provítola tomó la decisión de acusar a la madre por el crimen de Milo por "numerosos anticipos de Paula de dar muerte a su hijo, como respuesta a la indoblegable posición de su ex pareja de no retomar el vínculo sentimental".

También, en su argumentación, afirma que "Paula dio muerte a su hijo como revancha o exteriorización, una vez más, de su ira o frustración para con su pareja, como una forma de demostrar, a través del trato con los niños mensajes directos a sus parejas acorde a los vínculos y/o lazos predispuestos y sus expectativas frustradas, en este último caso, con un irremediable desenlace".

Por: Eduardo Regueiro (@eduardoregueiro)