Día de la Antártida Argentina: cómo es la vida en el lugar más austral del mundo
Muy pocos tienen la posibilidad de instalarse en el continente antártico durante una invernada o más. Por eso, en este informe te detallamos curiosidades, hitos, secretos y más.
22 de febrero de 2022
Por Eugenia Victoria Trubbo Faugas.
A casi cuatro mil kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) se encuentra uno de los territorios más sorprendentes que solo muy pocos llegarán a conocer en sus vidas. Se trata de la Antártida, el continente más austral de todo el planeta Tierra. Allí, flamea el mayor símbolo patrio de las y los argentinos: la ‘albiceleste’, la bandera de la República Argentina.
“El Día de la Antártida Argentina es el 22 de febrero, porque ese día en 1904, en la Isla Laurie del grupo de islas Orcadas del Sur, flameó por primera vez la bandera”, relató el Suboficial Mayor retirado de la Fuerza Aérea Argentina, Juan Carlos Luján, a Telenueve Digital. “118 años que flamea de manera ininterrumpida”, añadió, con sumo orgullo.
¿Qué hace Argentina en la Antártida?
La Argentina es el país con más tiempo con bases permanentes en el continente antártico. Tal es el caso de la Base Marambio, una estación científica permanente que depende del Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR) y que tiene como objetivo trabajar en funciones vinculadas con la ciencia y el medio ambiente. “Acá amanecemos muy temprano según las actividades, aunque normalmente a las siete de la mañana ya estamos arriba. Empezamos con el trabajo interior y exterior de la base, el mantenimiento, ayudamos a la seguridad de los vuelos y en la logística de los laboratorios científicos y todo lo que venga del continente”, precisó Ernesto Rafael Lynch, jefe de la Base Antártica Conjunta Marambio, a este medio, quien lleva tres meses radicado en ese lugar.
El trabajo diario es arduo, exige compromiso, fuerza, dedicación y capacitación, pero por sobre todas las cosas, pasión. “La distancia la sufrimos mucho, pero es una vocación que tenemos. Se extraña, pero no tenemos palabras para comentar lo que se vive acá”, adicionó Lynch, quién también es piloto de avión con el grado de Mayor de la Fuerza Aérea Argentina.
El origen de la Base Marambio
La Base Marambio lleva el nombre del Vicecomodoro Gustavo Argentino Marambio, un piloto de la Fuerza Aérea Argentina que, en 1951, voló a bordo del avión Avro Lincoln “Cruz del Sur” desde la ciudad de Río Gallegos (provincia de Santa Cruz) hacia la Base San Martín de Bahía Margarita (al oeste de la península Antártica) con el fin de entregar correspondencia y elementos de supervivencia.
En esa línea, la Base Marambio se encuentra instalada de forma permanente en la isla Vicecomodoro Marambio, nombre que constituye otro homenaje al aviador considerado pionero en materia de exploración antártica. Su historia comenzó años anteriores con vuelos de reconocimiento sobre la isla. Más de medio siglo después, sobre la meseta se despliega uno de los polos científicos más importantes del país.
“Tengo la suerte y el honor de ser uno de los que construyó con pico, pala y barretas lo que ahora es la pista de aterrizaje de Marambio que hizo que la Antártida no quede aislada. Antes era un territorio aislado”, precisó Luján, quien también es veterano de guerra de Malvinas y fue condecorado en el Congreso de la Nación con la medalla “La Nación Argentina al Valor en Combate”.
Curiosidades de vivir en la Antártida: turismo, mascotas y alimentación
Vivir en la Antártida no es nada fácil. Alejarse del calor del hogar propio y los seres queridos, despojarse de costumbres diarias u objetos preciados que hacen a la cotidianeidad y vivir a miles de kilómetros es todo un desafío, pero quienes tienen la oportunidad de experimentarlo aseguran que es un mundo sumamente enriquecedor e interesante.
“Esto es una confraternidad antártica. Se genera mucha camaradería, mucho tiempo de cosas buenas y malas”, destacó Lynch. “Estamos inicialmente por un año, la campaña anual que es la de verano y después la invernada hasta la próxima rotación. Estamos destinados en el Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR). Posterior a ello, volvemos a nuestras fuerzas de origen: El Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea”, sumó en cuanto al periodo que él y sus compañeros deben afrontar allí.
A pesar de la distancia, el clima y la adversidad, el jefe de la Base Antártica Conjunta Marambio refuerza la idea de que estando allá, “uno se une mucho a la gente”. “En la base hoy somos 125 personas, pero hay muchos que están desplegados en siete campamentos distintos, científicos trabajando en el campo”, adicionó.
Por otro lado, hay quienes se preguntan qué de diferente hay en la Antártida respecto a lo que uno vive en la diaria, además de las terribles heladas. “Ahora está haciendo -10°C y, en esta época del año, el sol se pone 23:30 aproximadamente y amanece 03:30 más menos”, subrayó Lynch.
También, y no menos importante, enfatizó en una curiosidad que desvela a unos cuantos: ¿Se puede visitar la Antártida sin formar parte de alguna Fuerza? “La Argentina no tiene la capacidad de hacer turismo antártico, a no ser que uno vaya a Ushuaia y contrate un crucero o algún sistema privado, pero no en las bases permanentes o las bases temporales de la Argentina”, respondió.
¿Y qué ocurre con las mascotas o animales de compañía? Decenas de personas podrían imaginar a un Husky Siberiano que tira de un trineo, pero la realidad no siempre es compatible con la ficción. “Por el Tratado Antártico, no se pueden ingresar especies que no sean del lugar. Tenemos una pingüinera que está acá muy cerca, hay focas, lobos marinos, todo tipo de animales del mar y especies de aves antárticas. Vegetación no hay nada, es un desierto blanco”, comentó.
Por último, se refirió al alimento, base fundamental para la supervivencia de cualquier ser vivo: “Las comidas se hacen en base a los fríos y al clima. Por eso son bastante calóricas. La materia prima son muchas conservas, ya que no se puede tener frutas y verduras frescas porque se tienen que almacenar por un año completo”.
¿El continente antártico forma parte de la Argentina?
Mucho se habla respecto si el continente antártico es albiceleste. En tanto, es importante destacar que la República Argentina se encuentra reclamando soberanía sobre el área de la Antártida que ocupan sus bases. “La parte nuestra de la Antártida que parece una porción de pizza, eso es el sector antártico argentino. Ahí están compartidos los reclamos soberanos entre Chile, Inglaterra y Argentina. Hay muchos países que trabajan por la ciencia que no reclaman soberanía. Todo esto está regido por el Tratado Antártico”, explicó Juan Carlos Luján.
El Tratado Antártico fue firmado el 1° de diciembre de 1959 por Argentina, Reino Unido, Estados Unidos, Chile, Japón, Bélgica, Francia, Australia, Noruega, Nueva Zelanda, Sudáfrica y la entonces Unión Soviética con el fin de “asegurar la libertad de investigación científica y la promoción de la cooperación internacional con fines científicos en la Antártida”, reza un comunicado compartido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de nuestro país. Comenzó a regir desde junio de 1961.
“Cada uno puede hacer lo que quiere en la Antártida, pero dentro del Tratado. Es un territorio de paz, de ciencia y de preservación del medio ambiente. No se pueden explotar los recursos naturales. Ahí puede haber petróleo, pero no podés sacarlo. Tampoco se puede explorar”, argumentó Luján a Telenueve Digital.
Covid-19: cómo cambió la vida en la Antártida
La llegada de la pandemia del coronavirus cambió e impactó en la vida de todos, incluso en la de aquellos que se encuentran alejados y aislados prácticamente del mundo entero. “Se hace un protocolo muy cerrado. Antes de venir a la Antártida, son 15 días estrictos. Se hacen dos PCR y recién ahí se ingresa con todo negativo acá al continente”, detalló Ernesto Lynch, quien lleva más de 110 días cumpliendo múltiples funciones en el helado territorio.
Asimismo, hizo referencia al plan de inoculación contra el Covid-19, detallando que previo a su llegada al continente debía contar con el esquema de vacunación completo. “Al momento de salir, noviembre del 2021, completo eran las dos dosis. Tenemos completas esas. Si hay un refuerzo o algo, se coloca en el continente y luego ingresan a la Antártida”, añadió.
El impacto del cambio climático en la Antártida
Producto de la contaminación, la deforestación y la quema de combustibles fósiles, entre otras cuestiones, los patrones climáticos han cambiado rotundamente con el correr de las décadas. Esto alarma a la sociedad y es materia de investigación para los antárticos.
“Los polos son la fábrica del tiempo. Lo que está pasando en el Polo Sur y el Polo Norte es lo que después se desarrolla en el mundo. Se hacen observaciones meteorológicas constantes. También la glaciología, el comportamiento de los témpanos, las mareas”, especificó el Suboficial Mayor Luján.
A su vez, el Mayor Lynch hizo hincapié en que allí ha impactado el cambio climático y hay muchos laboratorios que están estudiando los calores. “El año pasado hubo tres meses de sequía, septiembre, octubre y noviembre. No cayó una gota de agua ni un poco de nieve”, reveló.
La Antártida Argentina también es parte de “nuestra casa”
Quedan muchas historias por vivir, aventuras por recorrer, trabajos por realizar. Aseguran que transitar la Antártida es único. Una experiencia que se llevará para siempre plasmada en la piel y la memoria, y la cual no cuenta con nada que se le parezca en vida.
“Esto es imposible de realizar sin el apoyo de la familia, hijos, madre, padre, novia. Solo es muy duro”, dijo Lynch emocionado al recordar que gracias al amor incondicional de sus seres queridos, hoy puede cumplir uno de sus más grandes sueños. “Es un clima muy agreste, un lugar muy inhóspito, pero se viven y generan grandes acontecimientos acá”, agregó orgulloso de poder vivir tan inigualable experiencia.
Por otro lado, y antes de finalizar el reportaje, Luján se detuvo en aquella aventura que vivió a finales de los ’60, siendo un joven pero ya experimentado servidor del territorio nacional. “En la pared de la base dice: ‘Cuando llegaste, apenas me conocías. Cuando te vayas, me llevarás contigo’. Espero eso que les pase a todos, porque no se defiende lo que no se ama y no se ama lo que no se conoce. A la Antártida hay que conocerla para amarla y defenderla porque es un pedazo más de nuestra patria”, sentenció.